El lago negro

Despert� boca abajo, la boca le sab�a a sal y el agua que intentaba entrar por su nariz le imped�a respirar. Observ� levant� despacio la cabeza notando que le dol�a como si tuviese resaca. Se asom� al borde de la barca, lentamente, intenando no agravar su migra�a para encontrarse con un agua negra como la tinta, algo fallaba. "Me faltan las estrellas" pens�, recordando noches de pesca con su padre e instintivamente mir� al cielo tratando de orientarse como lo hac�a anta�o. All� estaban las estrellas y tambi�n la luna, luna llena y clara, tratando de arrojar luz sobre aquel misterio particular. Volvi� a observar el agua pero all� no se reflejaba nada, ni tan solo la luna consegu�a proyectarse sobre aquel extra�o l�quido, un escalofr�o recorri� su espalda mientras una palabra, una idea, se formaba en su mente:

"Magia"

Not� la ausencia de viento, ni la m�s ligera brisa, tampoco podia escuchar el normal cantar del mar abierto, tan solo un rumor en la lejan�a, como si estvuriea en tierra firme y no enmedio de aqu�l l�quido del color de la muerte. Observ� el cielo tratando de encontrar afinidad en aquellas luces tan comunes cuando vi� la estela de dos estrellas fugaces que surcaron de forma paralela el cielo. "Un mal presagio, esto no va nada bien", sin embargo aquellos dos augurios de desgracia le trajeron a la memoria los hechos de una noche que parec�a muy lejana en el tiempo pero que subconscientemente sab�a que deb�a ser reciente. Recordaba el olor de la cerveza de El Rompeolas, la que llamaban la �ltima posada pues era la que frecuentaban los marinos antes de partir desde el puerto de Cartis.