27 junio 2009

tnmos k djar sto

Tenemos que dejar esto, tenemos que dejar de achacar a una única tecnología el mal que padecen los hombres. No son los SMS y su "nuevo" lenguaje los que provocan que en los exámenes aparezcan abreviaturas. Yo hacía muchas, muchísimas abreviaturas antes de tener teléfono móvil y jamás se me ha colado ninguna donde no debe. Os preguntaréis quizá dónde ponía las abreviaturas. Vosotros también las habéis utilizado, al menos lo habréis hecho si habéis cogido apuntes a toda velocidad. Un xq en lugar de por que o de por qué. Una E mayúscula para decir existen, una línea baja al final de una palabra para sustituir el sufijo "mente" (como en "posible_"). Cada uno tenía las suyas y compartíamos muchas pero no las colocabamos en los exámenes ni en los trabajos a presentar. No es un problema de tener un lenguaje interiorizado que es indivisible del lenguaje formal. De igual manera que al hablar decimos "delicao" pero escribimos "delicado". Se trata de saber valorar la situación y aplicar un lenguaje apropiado. El problema no son los SMS, ni las casi cuatro mil abreviaturas de lenguaje que comenzaron a normalizarse con el IRC, las BBS y los origenes de Internet. El problema es saber darle la importancia a un examen, a un curriculum o a un testamento como para utilizar un lenguaje u otro.

Tampoco podemos andar con el clásico: "los jóvenes no leen". Es cierto que cada hora que se pasa frente al televisor no se está leyendo. Pero el problema no es ese, el problema es que la televisión, la radio, incluso los juegos e Internet, cada vez utilizan peor lenguaje. Por eso una hora de televisión es "mala". No porque la televisión sea un invento del diablo, sino porque esos mal llamados profesionales de la comunicación no se molestan para nada en aprender a comunicar. Mucho saber cuándo es mejor la pausa publicitaria pero nada de conocer el lenguaje, la mayor herramienta de comunicación. En vez de prohibir la televisión o la videoconsola deberíamos preocuparnos en mejorar el lenguaje empleado en éstas. ¿O creen que los libros están bien escritos por obra y gracia del mago de la palabra? Es porque hay un escritor, un corrector, un editor, otro corrector. Un número de profesionales que, desgraciadamente, cada vez es menor y que, muy desgraciadamente, en otros medios no existe. No puede existir cuando el programa es en directo y sin guión. Mera tertulia. No existe en prensa ni en documentos oficiales. ¿Os imaginais que los jóvenes aprendiesen el lenguaje a partir del B.O.E.? ¿O de las sentencias jurídicas? ¿La prensa deportiva? ¿Las revistas del corazón? Son textos escritos a los que no debe acercarse nadie que no tenga claro el lenguaje o acabará mucho peor que delante del televisor o enviando mensajes de texto.

1 comentario:

Negro-apuntador dijo...

Jejeje, todavía me acuerdo de tu letra y abreviaturas en el instituto, creo que eras el único al que no le mirábamos los apuntes ninguno.

Creo que en una hoja de word tu tamaño de letra estaría por debajo del mínimo posible.