La idea es prever que va a pasar cuando tome la decisión en el peor de los casos y en el mejor, y, si existe, en el caso medio. Luego comparar y decidir. En cierta manera reduzco las decisiones a costes, beneficios y riesgos. Veamos un ejemplo.
Todo el mundo sabe que soy muy miope y no pasa un mes sin que alguien me aconseje la famosa operación por láser. La operación cuesta unos dos mil quinientos euros y los casos son:
- El peor: perder vista en lugar de ganar, lo peor de lo peor perder la vista.
- El mejor: tener una vista perfecta dentro de los límites humanos y volver a perder pasados unos años (diez o veinte).
- El medio: tener la misma visión que tengo ahora con las gafas, que no es para nada perfecta y volver a perder pasados unos años (diez o veinte).
El método se complica para algunas cosas pero por lo general todo gira en torno a lo mismo, lo que invierto, lo que gano y lo que puedo perder. Hay cuestiones a las que no le puedo aplicar el método, son esas decisiones en las que siempre pierdes y no es posible saber como se pierde más. Especialmente si la perdida se propaga a terceros.
3 comentarios:
Seguro que te quedas ciego, si sale mal?
No es que te quedes ciego si sale mal, si sale mal pierdes vista y el peor caso es la ceguera. No creo que una operación como esta implique un riesgo de muerte. Una liposucción, por ejemplo, si tendría como peor caso la muerte.
Pues si no es posible saber como se pierde más, no te queda otra que hacer lo que mas te apetezca y arriesgarte.
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