Hace ya muchos años que soy consciente de que hay revistas para hombres y revistas para mujeres. Es uno de esos defectos educacionales y sociales que no se quitan de ninguna manera. El gobierno te dice que no compres juguetes sexistas mientras lees Man o Ragazza según tu sexo.
No voy a decir que las revistas de ellas son mejores ni peores, son distintas. Las revistas para mujeres a mi me agobiarían, están repletas de consejos que denuncian lo patética que es nuestra vida. Como perder peso, como tener la piel suave, como cuidar las plantas, como lavar la ropa delicada, como mantener una relación, como disfrutar del sexo. Parece que uno no sepa hacer nada bien.
Las revistas de hombres tampoco se escapan. Suelen dejar los consejos para vivir y se dedican a mostrarte un montón de sueños fantásticos. Cosas que poseerías no por su valor si no para ver la cara de envidia de los amigos. El último modelo de Porsche, esa Black & Decker que no ensucia, el portátil capaz de ejecutar los juegos mejor que el sobremesa de tu amigo, la modelo o actriz del mes. Algunas, cuando las abres, dejan escapar un coro de risas burlonas y parece que dicen «esto no será tuyo jamás, jamás, jamás».
Así que ellas aprenden a limpiar las hojas de las plantas de interior con leche para que se vean sanas y brillantes mientras ellos sopesan la posibilidad de comprar el nuevo SEAT, con más caballos que el resto y GPS. Ellas leen un artículo sobre técnicas de relajación que las permite sentirse como si estuvieran en la playa y ellos observan a las mejores modelos en bikini de dichas playas caribeñas. Y mientras ellas rellenan un test para ver si él será buen padre, o un buen amigo, o cuidará los peces, ellos mandan un SMS (coste 1,20€ más impuestos) para ver si les toca ese móvil de última generación que dejará verdes de envidia a todos en la oficina, empezando por el engreído del jefe.
1 comentario:
Si hay que punutualizar que, muuuuuy poco a poco se va difuminando la línea que marca la separación entre revistas de hombres y revistas de mujeres. O por lo menos si he podido comprobar que en las revistas de hombres cada vez es más normal los consejos sobre que crema usar, recetas fáciles para perderle miedo a la cocina y muchos otros consejos más cómunes en las publicaciones orientadas a féminas. Además siempre tendremos hombres y mujeres un punto en común. Es más, siempre lo hemos tenido, pero al contrario que tiempo atrás que el Macho Dominante salía a la caza de su "Marca" y su "Interviú" y sin llamar la atención se llevaba un "Diez Minutos" o un "Hola", alegando casi desesperadamente que era encargo de su mujer (por supuesto con la crítica a esa revista y al hecho de verse en la degradante situación de tener que comprar algo tan mezquino), ahora sí podemos ver a muchos de esos mismo individuos dejar el Marca y la Interviú usados como cohartada y discutiendo abiertamente las fotos que el día anterior habia observado en la revista que se compró. Eso sí, queda en cada uno valorarlo como un avance o no.
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