13 noviembre 2006

Sin ganas de trabajar

Me noto una caída en barrena de las ganas de trabajar. No es que de natural yo sea muy trabajador pero me tomo las responsabilidades muy en serio y cuando toca trabajar se trabaja. Y hasta hace poco acudía al trabajo con la ilusión de hacer las cosas bien, de aprender todo lo posible y de, llegado el caso, ser el mejor. Siempre he sido de esos que se compara a título personal con los demás y procura vencerles. Los triunfos son silenciosos pero cálidos.

Sin embargo últimamente me noto que tan sólo me interesa cumplir el expediente, hacer mi trabajo y pasar las horas lo más rápido posible. No tengo ilusión porque la empresa me la ha arrebatado, o al menos me la ha escondido. Me cierra todas las puertas y me dice que haga lo que haga voy a tener el mismo tipo de trabajo. Que da igual si cumplo mis obligaciones sin más o si doy un extra, el próximo contrato va a ser el mismo. Y no importa incluso si eres malo desarrollando el trabajo, siempre que no cometas ninguna ilegalidad, el universo va a seguir su curso por el mismo cauce. Nada lo altera. Hice una prueba para conseguir ser fijo en Julio y cuatro meses después no se ni la nota que tengo, ni el puesto en el que estoy ni siquiera sin van a hacer algún contrato indefinido. Los contratos temporales los asigna, según la empresa, un ordenador en Madrid en base a una lista que da vueltas. En términos reales es un sorteo, te puede tocar un contrato de dos días u otro para todo un mes. Todos ellos con unos intervalos en el paro de duración no definida.

Por eso, tras meses en esta situación, no consigo enfocar el trabajo de otra manera, todo lo que espero es, como he dicho al principio, cumplir el expediente y pasar las horas lo más rápido posible. Y en esta situación ni gana la empresa, ni gano yo, ni me extraña que vaya el país como va.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pa mí va ser que el ordenador que asigna los contratos es de cartón.Ej: queda una vacante pq la persona que estaba cubriendo la misma ha obtenido plazan fija en mazarrón, osea un contrato temporal larguito, y que casualidad el ordenador ha asignado esa plaza a la persona que todos pensaban que se la iban a dar ¿Casualidades? o ¿Estaba rechazando contratos sabiendo que quedaría libre es plaza para que no le pillara haciendo un contrato de días? En conclusión [PA MÍ QUE HAY MUCHO SINVERGUENZA] que se ponen unas reglas de juego de cara a la galería y que luego se las pasan por el forro.

Anónimo dijo...

Josué una recomendación literaria: "La metamorfosis de la cuestión social" Robert Castel.

Es un libro complicado pero es cojonudo para darse cuenta de como los patrones sociales se van repitiendo a lo largo de la historia pero en decorados y contextos distintos.

A mí personalmente me parece muy bueno.

Miguel Ángel dijo...

Hoy estoy como tu, sin ganas de dar un palo al agua.