«en establecimientos comerciales cuesta mucho encontrar gente comprometida y los jóvenes son más reacios a los horarios comerciales»Gente comprometida, eso es lo que necesita este país, y jóvenes dispuestos a abrazar el horario del emprendedor, abandonando esas aspiraciones funcionariales de trabajar de ocho de la mañana a tres de la tarde. El problema no es que la tienda pretende que uno trabaje seis días a la semana en un horario de nueve de la mañana a nueve y media de la noche (o más, mientras haya clientes en la tienda) por ochocientos euros al mes. El problema es que los jóvenes no tenemos espíritu de compromiso. Porque seguro que en ese horario te dejan hasta un par de horas para ir a casa a comer, lo que nos deja con unas tristes diez horas diarias en la tienda, sesenta horas semanales, que te llevan a ganar doscientos euros a la semana. Son casi tres euros y medio (3,33 € para ser exactos) la hora, si eso no es para comprometerse con la causa no se que narices queremos los jóvenes.
Claro que ese sueldo por hora, multiplicado por una jornada laboral de cuarenta horas semanales se queda en 533,33 € al mes. Por debajo del salario mínimo interprofesional. Es posible que el problema de este país no sean los jóvenes y su espíritu insolidario para con la empresa. Es posible que el problema de este país es que el empresario puede quejarse públicamente de que no encuentra obreros que le trabajen con un alto grado de compromiso por menos del salario mínimo interprofesional.
2 comentarios:
Además de verdad, los jóvenes deberíamos dar gracias a los empresarios por darnos trabajo, sea el que sea, ya que su desprendida generosidad nos da una oportunidad de "vivir"; no vamos encima a exigir un salario mínimo...¡encima de todo lo que hacen por nosotros!: nos hacen trabajar 12 horas, nos dan el dinero que "pueden", nos exigen compromiso y espíritu laboral...¡¡por 500 euros al mes!!. Es que son "buenas personas".
Ja!, si el empresario pagase decentemente, a lo mejor, los jovenes trabajarian para el, pero...desde luego, para las miserias que pagan (o que pretenden pagar)lo logico es que nadie quiera trabajar para ellos. Exceptuando la ola de panchitos y rumanos que nos invade ultimamente, claro.
PD: No hay nada como la inmigracion ilegal para que los empresarios se ahorren unos duros pillando mano de obra barata.
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