Ayer cayó mi último mito personal con respecto a los personajes navideños. Soy consciente de que lo que voy a contar lo saben todos los que tienen más de ocho años pero yo me agarraba a un hilo de esperanza, a fin de cuentas no se salía de la lógica la proeza de este personaje. Pero comencemos por el principio.
En casa siempre se cena temprano, incluso en Nochebuena, así que cuando llegan las nueve de la noche ya estamos acabando el plato principal. A esa hora Su Majestad el rey de España da el tradicional mensaje de Navidad. O eso pensaba yo. Se me ocurrió probar los canales a ver si en casa tenemos alguno que no lo emita (sí, televisión murciana no lo emite) y entonces me fijé en que Cuatro emitía el discurso subtitulado. Por un lado es una idea estupenda, aquellos con problemas de audición o que están en un lugar que no permite escuchar la emisión pueden disfrutar del discurso. Lo triste es que haya tenido que ser una de las últimas cadenas privadas la que haya pensado en las minorías. Luego me dí cuenta de que algo no cuadraba, nadie teclea subtítulos en tiempo real y mucho menos adelantándose al discurso. La luz aportada por Cuatro hacía desvanecerse la neblina del engaño, el discurso del rey tenía que estar grabado con antelación para que alguien pudiese crear unos subtítulos.
Y sí, la parte lógica me decía que aquello estaba más que grabado, pero el niño que llevo dentro tenía esa ilusión porque los quince minutos de chupar cámara del rey fueran en directo. La Navidad ya no es lo que era.
3 comentarios:
De hecho, amigo mío, yo desearía que esos quince minutos en que el Rey habla directamente al país (de entre 525.600 minutos que tiene el año) no recurrieran a la grabación.
Tele-prompter, lo acepto, pero ya la grabación...
Te mando un abrazo navideño, este sí, en directo.
Anda que sí, alma de cántaro, ¿con la de años que lo llevas viendo y no te habías dado cuenta antes? Ains, qué triste es hacerse mayor y darse cuenta de las cosas...
Ya tiene una edad el rey,como para salir en directo.
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