Para acceder al puesto de trabajo de este mes paso por unos grandes almacenes. Hoy he visto un cartel que me ha traído un pensamiento recurrente cuando paso cerca de unas rebajas y el pensamiento lo voy a reflejar aquí.
El cartel decía algo así como «60% de descuentos en artículos con joyería». No es raro llegadas ciertas fechas ver rebajas salvajes, 20, 30, 50% e incluso más. Las cosas que a mí me gustan no disfrutan jamás de estos cambios de precio temporales. Y es curioso porque nos tenemos que plantear que los productos llevan un precio en el almacén mayorista, de allí van al minorista (el que nos lo vende) y le aplica un porcentaje de ganancia, y el IVA. Si un artículo puede ser vendido con un 60% de descuento ¿que margen de beneficio le queda regularmente al minorista? En los dos mercados que conozco desde dentro no existe esta opción, uno tiene márgenes que rondan el 10%, a veces menos y la otra regula los precios el 1 de enero y ya no los mueve, no hay rebajas por fin de temporada en un sector donde la temporada no se acaba.
Y la verdad es que me da rabia que en un solo eslabón de la cadena se produzca un aumento tan enorme del precio. O quizá lo que me da rabia es que de lo mío no hay rebajas. Pero la próxima vez que veáis unas rebajas pensad cuánto estaba ganando antes el de la tienda, la conclusión es asombrosa.
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