15 abril 2004

La palabra escrita


Al final lo habeis conseguido, tanto enviarme correos con batallitas (historias humanas cargadas de sentimientos y contadas por personas cercanas y afines) al final habeis conseguido que renazca en mi el gusto por la alabra escrita. Esta vez, y por ser la primera en mucho tiempo, aprovecharé para contaros como surgió mi aficción por la lectura y mi curiosidad por la escritura. Retrocedamos hasta mi mas tierna infancia, creo que hablamos de hace entre veinte y veintidos años, la mayoria de vosotros no guarda recuerdos de esta epoca pero yo tengo algunos y uno de ellos es el que inicia la historia...


Supongo que era medio dia porque lo recuerdo soleado, luminoso y a mi padre llegando de trabajar, recuerdo ser feliz y estar alegre quizá por mi corta edad, o quizá porque es la reacción normal al ver al padre de uno, el caso es que recuerdo que mi padre me habia traido algo y que me lo daba, mi mente recuerda que sus palabras fueron "te he traido esto a ver si te gusta", aunque no se si son exactas o inventadas, tambien recuerdo el regalo, eran tres tebeos de mortadelo y filemon, de los clasicos de la editorial Brugera, y recuerdo emezar a leer uno y que mi madre me llamara para comer. Realmente no recuerdo nada mas, pero si es cierto que me debieron de gustar porque a dia de hoy sigo leyendo, y no solo esos "Mortadelos" sino cosas mucho mas variadas, libros (generlamente de aventuras en cualquier epoca), textos serios y sesudos (generlamente sobre informatica y nuevas tecnologias) y, por supuesto, tebeos, comprar tebeos ha sido un logro de esta ultima parte de mi vida, compro nuevos y viejos y, como con cualquier otro tipo de lectura, aprovecho para evadirme un poco de esta realidad. Eso si, cuando vuelvo siempre me traigo alguna idea o proyecto conmigo.

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