La España profunda esta habitada en su mayoría por gente estúpida. Un estúpido es un ser que causa daño, frustraciones y dificultades sin que él vaya a ganar nada con sus acciones. Se aceptan las acepciones de «España estúpida» para referirse al territorio y de «estúpido profundo» para referirse al ser que mora en el territorio.
Y todo esto viene porque el domingo escuché una anécdota de verano curiosa: dos varones van a la piscina y se dan un beso, un niño pasa cerca y les pregunta: «¿Es que sois gays?». No recuerdo más anécdota literalmente pero la cosa acaba bien, con los tres actores sanos y salvos y una sensación de bienestar y cambio al percibir que una nueva generación ha utilizado «gay» en lugar de cualquier otra expresión y que la ha utilizado con curiosidad en lugar de escupirla con odio. Cuando eso pasa en la España estúpida un ángel se gana las alas y un doctorado en metafísica.
Luego llega el miércoles y el ángel, en la revisión final, pierde el doctorado, las alas, las ganas de vivir y un par de sandalias recién estrenadas. En una piscina pública de Madrid dos hombres se besaron y fueron agredidos brutalmente.
- Los jóvenes les dieron la paliza que ha requerido que uno de ellos requiera cirugía maxilofacial.
- Los mayores les animaban a dársela.
- La sociedad esta lejos de aceptar a los dos varones agredidos como son, por lo que ambos optan por no darse a conocer en la prensa, podrían perder el trabajo y parte de la familia.
Y como los cachorros estúpidos son adiestrados y jaleados por los estúpidos adultos me atrevo a decir que la España profunda es cada día un poco más profunda, cada generación un abismo más honda.
3 comentarios:
¡¡HALA!! Queda dicho.
En un trozo de la España profunda oí como dos vecinas comentaban que en una misma familia, un marido había contagiado el cáncer de su madre a su mujer por acostarse juntos.
A mí también me vino la misma imagen cuando leí la noticia...
¿Por qué los ángeles no podrán llevar armas automáticas...?
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