09 abril 2006

Tres años de procrastinación

Dijo una vez el oráculo de Delfos: "Conócete a ti mismo". Aproximadamente al mismo tiempo (que no quiere decir el mismo día si no en el mismo período de pensamiento) los chinos acuñaron un proverbio: "Dentro de mí hay un hombre que esta en mi contra".

Soy una persona que ha aprendido de sus padres a guardar las facturas, los contratos, los recibos, las nóminas, etc... Todos los datos relacionados con el dinero están custodiados, ordenados y accesibles en un archivador. Afortunadamente no son muchos.

O eso pensaba yo, esta mañana me he lanzado a poner al día los papeles de los últimos meses que estaban sin ordenar. Yo calculaba que habría datos de todo el año, quizá de antes de Navidad pero me he llevado una sorpresa, había papeles de mediados del 2003 en adelante. No puedo ni recordar la cantidad de cosas que me han pasado en este tiempo pero desde luego ninguna que justifique este abandono de una tarea que requeriría unos diez minutos al mes y no más de una hora al año. Esta claro que me he pasado los tres últimos años dejando algunas cosas "para mañana" y esto no puede seguir así.

Yo se lo que necesito, necesito un horario, marcar en el calendario el día de ordenar los papeles pero voy a probar otra cosa: a ordenarlos según aparezcan en el buzón. ¿Qué necesitáis vosotros? Y no me digáis que no sois como yo, alguno se escapará pero estadísticamente la gran mayoría tendréis papeles sin ordenar (una pila), libros sin leer (comprados hace más de un año), ficheros en el ordenador de hace años (que jamás habéis mirado y que no sabéis por qué los guardáis), canciones en vuestro reproductor de 40 gigas que no habéis llegado a escuchar, y otros tantos ejemplos.

Me gustaría saber si la procrastinación se ha convertido en un mal endémico de la sociedad avanzada o si se va a convertir. Y de ser así cuál será la explicación histórica, quizá seamos conocidos como el Siglo del Día de Mañana.

3 comentarios:

Meg dijo...

Aproximadamente, cada viernes ordeno el despacho. Es que soy muy maniática con el orden de mis cosas y no soporto que la chica que limpia me quite tal desorden. Por eso guardo expedientes, tiro el papel al contenedor del papel, guardo los bolis en el lapicero y procuro dejarlo todo tal y como me gustaría encontrarlo si fuese yo la que limpiase.

Respecto a facturas y papeles del banco, lo tengo aún más fácil que tú, al ser autónoma y tener que hacer declaración de IVA e IRPF cada tres meses, cosa que va llegando, cosa que voy guardando en su correspondiente archivador mensual de ingresos o gastos.

En casa, el orden-desorden es distinto, tardo más, dos o tres semanas. Aún tengo el National Geographic de Abril sin quitarle el plástico y eso que llegó hace una semana.

Anónimo dijo...

En mi caso sé en que cajón tengo cada cosa, el problema radica que luego los cajones por dentro están sin ordenar.

Por ejemplo las pelis, sé donde están y tengo una lista, el problema es saber en que orden los tengo dentro de las bobinas o en la balda los que están en estuche.

Por último como bien dices de mis Gigas de música apenas habré visto la mitad al igual que con las pelis y series.

Por lo que soy ordenado-desordenado, guardo las cosas en sus respectivos cajones pero con cierto desorden.

Hasta pronto. JM

Anónimo dijo...

Creo que efectivamente es un mal de nuestros dias. No se si muy extendido o poco pero si seguro que es de nuestros días por que antes no había tantas memeces a las que tener que dedicar esta cantidad de tiempo que uno podria dedicar a cosas verdaderamente importantes. El problema es que creo que nos regodeamos un poco en una especie de voragine masoquista que produce tanto placer como desidia pero es así. Es la ilusión de tener algo importante que hacer lo que nos hace importantes y eso no es poco. La procrastinación viene derivada de esa sensación de estress que hace que cuando vemos ese monton de papeles o de libros por leer digamos "joder estoy hecho polvo, otro día lo ordeno lo juro" y nos sentimos importantes un ratito más. ¿Por qué? Pues coño es obvio por que mañana tenemos algo que hacer.... Un abrazo.