A raíz del post «Ética de bachillerato» se ha desatado la tormenta en el vaso.
Sois muchos los que me decís que dejo las entradas a medio, que queréis saber más, que soy muy críptico y cosas así. Ya he comentado alguna vez que el problema de tener una página web, tanto si es un blog como si es otra cosa, es que es un espacio público. Si además publicas con el nombre real entonces tienes que llevar un cierto cuidado con lo que pones. El primer cuidado es el laboral, tu jefe, los compañeros, futuros empleadores, todos esos y alguno más tiene acceso a tus escritos con solo colocar el nombre en algún buscador web. Igual te puede leer cualquier otro allegado, familia, amigos y demás. Y se tocan temas sensibles y es razonable no dar nombres.
Una cosa es criticar al jefe y otra poner su nombre, o el nombre de la empresa. De igual manera no me parece lo más correcto dar más datos en el post que he comentado en el primer párrafo (lo siento, Ray). En ese caso particular la decisión que tomé ha podido afectar de pleno a una persona que aprecio mucho, y no quiero que se lea y generar otro cambio sin control en su vida. Y luego que la gente se enfada cosa mala, ya tuve que quitar una entrada por este motivo.
Así que lamento no poder ser más explícito en el blog pero si de verdad tenéis interés por saberlo pues preguntadme vía MSN o e-mail y trataré de responderos
1 comentario:
Quere conocer los nombres,eso es cotilleo.
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