No pesan los años...

El infierno son los demás

Jean-Paul Sartre

Que razón tenía el amigo Jean-Paul, el infierno son los demás. Pero no os enfadéis, no va por vosotros, no al menos uno a uno. Lo que la frase quiere decir es que el infierno es la sociedad, la masa, el torrente que te lleva a un mar a ser uno más. Recordad que el individuo es inteligente pero la masa es estúpida.

Todo esto viene porque llegada cierta edad a uno lo intentan sumergir en un río de tradiciones sociales con las que no está de acuerdo. Y no es la edad, es la sociedad lo que me molesta. Y no son sus tradiciones, que cada uno puede proceder como guste, es esa manía de aplicar el proverbio chino: «El clavo que sobresale recibe un martillazo». Lo que pasa es que puedes razonar tu punto de vista con los individuos y lo respetan aunque no lo comparten, pero luego se juntan, hacen masa y pierden el respeto. Entonces eres un borde, un antisocial, un raro, un cascarrabias, un gruñón, estás falto de cariño, quieres llamar la atención, necesitas jarabe de palo, o un buen polvo, o echarte novia, o eres merecedor del ostracismo. A ver como gaitas compagino yo este cambio de estado social con mi personalidad. Porque tendré defectos que no me reconozco pero cabezón lo soy un rato largo. Y no solo por la talla de sombrero que gasto.

Por si alguien se pregunta a que viene todo esto es fruto de un evento próximo y de una conversación que he tenido esta mañana. Y es cierto que nado contracorriente, pero no es cierto que lo haga por capricho o por hacerme notar. Lo hago porque me parece lo más correcto, porque no me gusta a donde va el río, porque yo también tengo derecho a elegir, creo. Claro que todas las elecciones traen consecuencias pero ya conozco el camino trazado, probaremos algo distinto, a ver que pasa.