27 mayo 2006

El peligro de saber

El peligro de saber es que notas la ignorancia de los demás. El peligro de notar la ignorancia ajena es que te cuestionas la propia.

Todos ignoramos un montón de temas sobre un montón de materias. Como dijo el bibliotecario de Luis XIV: «Majestad, me pagan por lo que sé. Si me pagaran por lo que no sé, no habría dinero suficiente en vuestras arcas ni en todo el mundo para abonar mis honorarios.» Yo, por ejemplo, no se nada de mecánica ni vehículos. Cuando miro un motor la única pieza que atino a nombrar es la batería y aunque conozco la diferencia entre aceleración y velocidad punta no tengo ni la más remota idea de que es eso del par motor. Y de muchísimas otras cosas se menos aún que de mecánica. Y como no me gusta hablar de lo que no se termino casi siempre por hablar poco.

Creo que se algo de ordenadores y de informática en general. Cuando abro un ordenador se nombrar las piezas, se para que sirven, como se utilizan, si están bien elegidas y en que nivel de potencia nos encontramos. Como además es una de las cosas que me gustan procuro estar más o menos al día de técnicas y precios. Por eso cuando voy a una tienda de segunda mano y veo los precios de los ordenadores o de las piezas me asombro. Por lo general son tan caros como si fueran de primera mano y en algunas ocasiones más caros. Y en esos momentos me pregunto si toda la tienda tendrá una política de precios igual. Si la guitarra eléctrica que parece una ganga no tendrá un precio demasiado elevado o si esa videocámara no podría comprarse nueva y mejor por un poco más. Y me cuestiono la buena fe de la tienda y no compro nada.

Lo mismo me pasa con la gente que opina sin saber. Estoy cansado de escuchar "consejos" informáticos equivocados de gente que, obviamente, no sabe de lo que habla y me hace dudar de otros consejos. Sabiendo que la gente prefiere dar una orientación errónea antes que reconocer su desconocimiento ¿cómo tomar consejos legales, financieros, médicos, etc de gente que posiblemente no sabe? Y aquí la cosa se complica porque una cosa es no comprar y otra no hacer caso de ningún consejo. Lo segundo es mucho más complicado.

Supongo que lo más razonable es pedir una segunda opinión, o una primera de confianza.

No hay comentarios: