29 septiembre 2005

La puerta

La oscuridad era absoluta, ni siquiera extendiendo las manos frente a su cara hubieran podido verificar el n�mero de dedos que pose�an, tampoco les hac�a falta. Justo enfrente de ellos se recortaba la silueta de la puerta, de un luminoso color blanco que pese a ser visible no consegu�a iluminar su situaci�n.

- No lo entiendo, sabes que si cruzas la puerta no habr� vuelta atr�s - La voz sonaba grave, preocupada. La voz que tendr�a un padre preocupado por la decisi�n de su hijo.
- Eso es precisamente lo que me atrae, pasar al otro lado e ir m�s all�, dej�ndolo todo atr�s - La segunda voz ten�a un timbre de impaciencia, la voz del hijo que se marcha lejos a encontrar una vida propia para vivirla.
- �Dejarlo todo atr�s! - exclam� - Ese todo tuyo incluye personas, amigos, familiares, seres queridos y que te quieren. Ese todo es el dolor de la perdida que tendremos cuando te marches y m�s si sabemos que no vas a volver.
- �Dolor? No me hables de dolor - algo se hab�a roto en su �nimo - �Qu� hay del dolor que yo padezco? �Debo quedarme en esta vida oscura y gris solo por mis seres queridos? Si de verdad me quieren entender�n mi partida, si no es as� pueden quedarse aqu� hasta que su alma sea tan negra como sus intenciones.
- Y qu� har�s si all� no hay nada, si las promesas se vuelven vac�o y te encuentras s�lo, en un lugar peor que el que abandonas y sin posibilidad de volver -

La pregunta parec�a no dejar de sonar suspendida en el aire, el hombre joven empez� a andar hac�a la puerta con paso firme y dijo:

- Buscar� otra puerta, otra vida para volver a empezar, m�s sabio y m�s preparado que la vez anterior porque quiz� el problema no es la vida que me espera si no como vaya a vivirla.

Cuando hubo saltado el hombre mayor se dio la vuelta y se frot� los ojos para eliminar un par de l�grimas parpadeando varias veces mientras sus ojos se acostumbraban a la oscuridad de su vida.
- Si lo importante no es la vida - murmuraba - si lo realmente importante es la manera de vivirla entonces no necesitabas cruzar la puerta para nada.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

vaya... escribes francamente bien. Me encanta el relato, me he quedado atontada mientras lo le�a... Si es que eres como el buen vino, que mejoras con la edad...
***

Anónimo dijo...

Ma�ana otro �vale?... Este me ha gustado m�s.

Anónimo dijo...

Amen...

Queremos m�s.