06 enero 2006

Aguas catalanas

El d�a 2 de noviembre escrib� un post titulado Los productos catalanes que trataba de la famosa lista de productos a boicotear y donde expon�a mi opini�n sobre el tema. Siempre he pensado que la fiebre del boicot desaparecer� tal d�a como hoy que oficialmente se cierra la navidad. La gente ya tan solo va a procurar pasar la cuesta de Enero gastando poco y dandose alg�n capricho en rebajas. Cuando un producto est� al 50% nadie mira a ver si es o no catal�n.

Sin embargo en Murcia algunos pocos radicales han hecho de esta histeria su credo y van m�s all�, critican a los que son seguidores de clubes deportivos catalanes incluso y hacen ferrea promesa de boicotear y extender el boicot todo lo que puedan. Cuando uno de estos individuos intenta convencerme de que para el catalan "la pela es la pela" y que "Barcelona �s bona si la bolsa sona" yo tengo un remedio muy eficaz.

Decidles que corten el grifo de su casa, que cierren la llave de paso del agua porque el agua que riega las viviendas murcianas, la que sirve el grupo EMUASA, es catalana. No me he vuelto loco estoy aplicando la l�gica del boicot. La base del boicot es que los beneficios de un producto van a parar a Catalu�a porque se fabrican all� o porque la empresa tiene all� su sede social. La empresa paga los impuestos en Catalu�a y el nuevo estatuto de Catalu�a pretende que esos impuestos no vuelvan a Espa�a. EMUASA tiene la sede en Murcia, todos podemos verla en la Plaza Circular pero EMUASA pertenece al grupo AGBAR y el grupo AGBAR es conocido como Aguas de Barcelona. No tan solo las aguas de Murcia capital tambi�n las de muchos pueblos murcianos son servidas por empresas del grupo AGBAR, y tienen la sede en Barcelona (muchos la reconocereis en la foto, es un edificio que ha dado mucho que hablar). As� que si seguimos la l�gica del boicot cada vez que abrimos el grifo del agua de nuestra casa estamos enriqueciendo a una empresa catalana y por tanto echando por tierra el trabajo de tantos otros compa�eros boicoteadores.

Es un argumento que ha dejado de piedra a m�s de uno.

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