23 agosto 2005

El templo del dolor

Uno se acerca a la consulta del dentista como deber�a acercase al templo a cuyo dios profese culto: con una mezcla de miedo, respeto y esperanza. All� se va a pedir perd�n los pecados mientras el dolor de tu alma te reconcome. All� se va con una ofrenda mezcla de oro y sangre humana, un presente que nos permita acabar con el castigo inflingido por no seguir la doctrina marcada y que nos ayude a alcanzar una etapa de prosperidad y sana abundancia.

Algunos ya habr�n adivinado que he vuelto del dentista, a ver que la pasa a esa muela que decidi� proclamar su existencia la primera noche del puente de agosto. El di�logo con la sacerdotisa/odont�loga ha sido m�s o menos as�:
- "�Cuanto hace que no visitas a un dentista?"
- "Unos dos a�os reverenda madr... esto... doctora" - el gesto de desaprobaci�n ha sido claro, una oveja descarriada, eso es lo que soy.
- "Subete al altar y confiesa tus pecados".
- "S�, reverenda madr... doctora"
Y all� en el sill�n, rodeado del instrumental de sacrificio he comentado mi peque�a odisea, mi agon�a, la busqueda del nirvana en drogas sint�ticas y mi renacimiento en la fe molar.

Una radiograf�a despu�s el veredicto ha sido breve, conciso y desconcertante. Primero, el hueco que la caries ha provocado en la muela tiene capacidad para montar un estudio con cocina americana y ba�o completo. Segundo, el estudio ha sido invadido por gran cantidad de encia que deber� ser extraida mediante algo as� como minicirug�a con bistur� laser (esto no se lo han hecho ni a James T. Kirk) para una posterior endodoncia (que no tengo hecha, yo pensaba que s�) o retirada de la muela. Tercero, la dentista que he visitado hoy no dispone de la tecnolog�a necesaria para semejante obra y me ha recomendado, ante la desaparici�n del dolor, que espere al retorno de mi odontologo de toda la vida o que acuda a otro especialista (de vacaciones hasta el lunes) que s� dispone de los �ltimos avances en tecno-teolog�a dental.

Como cuando uno va al mecanico, adem�s, me ha limpiado un pegote de sarro que yo juraba que era parte de la endodoncia y me ha detectado tres peque�as caries. A este paso me voy a poder poner un teclado electr�nico, todo sea por poder disfrutar de ese placer de dioses que es yantar.

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