23 septiembre 2005

El cenicero

09:00 - Alguien ha puesto un cenicero encima de mi mesa, de la mesa del jefe de todo el �rea �qui�n habr� sido?. El que haya sido obstruye mi acceso al teclado del ordenador y as� no voy a poder trabajar, deber�a quitarlo. Quiz� sea un regalo y alguien se ofenda si lo retiro, o lo mismo lo han puesto por una necesidad para quitarlo en un momento. Voy a ver si me entero de qui�n ha sido.

09:30 - Le he preguntado a mas de veinte personas y nadie sabe nada del cenicero, es raro. Sigo sin tener acceso al teclado del ordenador, podr�a probar a trabajar as� pero seguro que parezco est�pido, tengo que encontrar una salida. Voy a hacer las cosas que pueda sin el ordenador y dejar� que mi subconsciente resuelva el dilema.

09:40 - �C�mo era aquello de aquel curso? Separar lo importante de lo urgente. A ver si acuerdo, primero lo importante urgente, luego lo importante, luego lo urgente y luego lo que no es ni urgente ni importante. La verdad es que se pasa la ma�ana y no he quitado el cenicero creo que lo puedo catalogar de urgente. Urgente est� por debajo de importante as� pues mejor me concentro en hacer lo importante y despu�s ya me ocupare de ese cenicero.

09:45 - Menuda suerte, todas las cosas importantes requieren de acceso al ordenador y el cenicero no me deja �d�nde nos deja esto? Piensa, piensa. �Ah! Quitar el cenicero ahora es importante urgente y debe ser mi primera prioridad. Esto avanza a pasos de gigante, la soluci�n se huele como el pan reci�n hecho.

09:50 - Esta es una tarea que no requiere de todo un se�or jefe de �rea, soy m�s productivo en otra cosa y el curso me dej� bien claro que tengo que aprender a delegar. Este es uno de los casos que puedo delegar, a ver a qui�n.

10:10 - No se, es algo f�cil pero con la responsabilidad de una tarea importante urgente, John es voluntarioso pero demasiado nuevo, no lo veo capaz de soportar tanta presi�n. Mary ser�a buena candidata pero ha salido de una baja hace poco y no quiero presionarla, provocar una reca�da no es bueno para el �rea. Con Robert no hablo, ese cabeza cuadrada jam�s entender�a la importancia. Y Rose me va a sacar el manual del trabajador y me va a pedir que le busque el p�rrafo donde pone que su obligaci�n es retirar ceniceros de la mesa del jefe, mejor no. El sinverg�enza de Max me dir� que s� pero luego se har� el loco y el cenicero se quedar� toda la ma�ana en mi mesa, eso no puede pasar. Anthony es mi hombre, o lo ser�a no hubiera salido a hacer la ruta, ese chico nunca est� cuando lo necesito. Bueno, me queda Alfred, sincero, en�rgico y disciplinado, le dar� un voto de confianza.

10:35 - Alfred �podr�as retirar el cenicero que hay encima de mi mesa?
- Claro, ahora mismo.

10:36 - No ha sido tan dif�cil, aplicando mis conocimientos de gesti�n de equipos y de organizaci�n he obtenido el resultado esperado, he involucrado al personal en el problema y ya puedo trabajar
- Oye jefe, �d�nde coloco el cenicero?

10:37 - Maldita sea, otro problema, y este m�s dif�cil.
- Espera un momento Alfred que voy a mandar un mail a la central para ver si lo han enviado ellos. Suj�talo ah� mientras aprovecho que esta el teclado libre para escribir.

...

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno!

Anónimo dijo...

Hay que ver si te calientas el almendro para eso, no s� que har�as ante una integral triple. Yo hubiera tirado el cenicero por la ventana.

Anónimo dijo...

Como testigo de las situaciones que creo que han inspirado este relato, debo decir que no est� tan alejado de la realidad. Desconozco si realmente ha pasado exactamente as� alguna vez. Pero no lo creer�a extra�

Fer Martin dijo...

Buena manera de ver la rutina de la oficina, quiz�s no tan alejado de la realidad como muchos piensan ... desgraciadamente!

Ciertas cosas me recordaron un poco a la �poca de CEJE ... politica de empresa 100%!!

Un abrazo grande desde tokyo josu�!!

FeR

Meg dijo...

�Y no pensaste en retirar tu mismo el cenicero ante el impedimento de no poder trabajar con el teclado? �Con moverlo unos cent�metros no ten�as suficiente? �Eres tan escrupuloso para todo?
De verdad, como dice Negro-antihumos, mira que calentarte la cabeza por algo as�...

josuered dijo...

Desde luego hay que ver como sois Meg y el Negro. �C�mo podeis pensar que el del cenicero soy yo? Mecachis en las conchitas que tiene la mar salada. Si, para empezar, yo jam�s he tenido empleados en los que delegar. Y despues que donde yo trabajo no se fuma y por tanto no hay ceniceros.

Menuda imagen me estoy creando...

Meg dijo...

Si es que esto te pasa porque como eres tan ver�dico en tus relatos, pues ya nos hab�amos pensado que, efectivamente, te hab�a pasado. Es verdad, que en la Oficina amarilla no se puede fumar, mi hermana se sale a la puerta...

(Lo de tecachis en las conchitas que tiene la mar salada es sublime...)

Anónimo dijo...

Es de Ned Flanders

Anónimo dijo...

Nooo,era de E. Daniela Gutierrez Iyarramendi, mi abuela.