En la web de
El Mundo podéis leer el «
Manifiesto por la lengua castellana». Debido a que el manifiesto está en PDF el enlace os lleva a la noticia. Voy a comentarlo en calidad de español medio: el que opina sin saber.
Para empezar me preocupa que el español, o castellano, sea la lengua de todos los españoles. Los españoles somos una minoría en comparación con la cantidad de gente que habla castellano y eso debería reducir nuestra preocupación porque la lengua desaparezca y nuestra pretensión de ser los dueños de la misma.
Inciso: voy a realizar las comparaciones con Cataluña porque es una de las comunidades más atacadas en este tema y porque, al haber nacido allí, algo siento que me toca. Podéis consultar el
Estatuto de Cataluña del año 2006 aunque no se si está vigente.
Resulta que el manifiesto dice que el castellano es la única lengua que se le puede presuponer por conocida a todo español dado que es obligatorio que todo español la conozca.. Sin embargo si estoy en Cataluña puedo presuponer, en base a la misma lógica, que todos los que me rodean hablan catalán: El catalán debe ser conocido por todos los catalanes. Por tanto no se puede obligar o pretender que ante desconocidos el primer impulso sea dirigirnos en castellano, eso está bien en Murcia o en Extremadura pero en Cataluña al haber dos lenguas de obligado conocimiento se puede iniciar una conversación con cualquiera de ellas. Otra cosa es que luego cambiemos de lengua al comprobar que nuestro interlocutor no está cómodo con la elegida o no la entiende. La asimetría a la que alude el manifiesto solo se produce en aquellas comunidades donde solo existe una lengua oficial.
Después nos dice que las lenguas no tienen derecho a conseguir coactivamente hablantes ni a imponerse como prioritarias en educación. No estoy de acuerdo con que las lenguas no tienen derechos, como todo el patrimonio de la humanidad debe ser preservado no por serlo, si no para todos aquellos que quieran disfrutar del mismo.
Mas tarde se habla de la imposición de otras lenguas, el catalán en nuestro caso, como lengua vehicular para la enseñanza y de obligado uso en la vida diaria. Este punto tiene miga, hace más de veinte años, cuando yo daba primero y segundo de E.G.B. (la educación de niños de seis y siete años) el catalán ya era vehicular, esto es: Las asignaturas como las matemáticas se dan en catalán. Y bien cierto es que como en casa solo se hablaba castellano me costaba horrores. Para eso exige que sea vehicular, para que al tener que utilizarla en la escuela se convierta en una segunda lengua y no en un idioma que se estudia tres, o cinco, horas a la semana. Solo hay que ver el nivel de inglés con el que se sale del primer ciclo escolar para comprender que una lengua se aprende mejor si nos vemos obligados a utilizarla. En este caso no hablamos de libertad de elección, hablamos de enseñanza y la enseñanza es obligatoria. Del castellano, del catalán, de la historia, de las matemáticas y de como quiera que se llamen ahora a los trabajos manuales. Si pensamos que tres horas a la semana de castellano son insuficientes para conocer este idioma entonces tendremos que admitir que tres horas de catalan también son insuficientes. Por otra parte sí estoy de acuerdo de que las administraciones deben ser bilingües en el trato con los ciudadanos allí donde coexistan dos lenguas oficiales. Y o bien se trata al ciudadano en el idioma que éste elija o bien se extiende todo en las dos lenguas. La empresa privada debe tener libertad de elección, ellos decidirán si les interesa ser monolingües, bilingües o multilingües y en función de esa elección tendrán un abanico más amplio de clientes.
Seguidamente se nos dice que no se puede discriminar a los ciudadanos monlingües en castellano. Pero lo cierto es que esos ciudadanos, en el momento en el que tienen tratos con las administraciones locales, son ciudadanos también de un territorio bilingüe y, por tanto, responsables de conocer ambas lenguas oficiales. Por otra parte un ciudadano que fuese, y dudo que existan, monolingüe catalán tampoco tendría por que ser discriminado dentro del territorio de Cataluña.
Por cierto, que me parece terrible que se haga un manifiesto donde se critique al catalán, al euskera, al gallego, y a otras lenguas oficiales, como lengua vehicular en la enseñanza y no se nombre para nada a esas
administraciones que han decidido que impartirán asignaturas en inglés sin que los padres ni los alumnos puedan elegir ser educados en castellano. Que una cosa es que pagues un colegio bilingüe y otra muy distinta que el curso que viene alguien decida dar Matemáticas en alemán en honor a los
matemáticos de Alemania.