Las empresas tienen clientes, son los que pagan los servicios. Algunas empresas tienen usuarios, son los que reciben los servicios. Quizá no queda claro, pensad en la sanidad: Un enfermo en un médico privado es un cliente porque realiza un pago directo al médico, en sanidad pública es un usuario porque la sanidad pública ya está pagada. Otro ejemplo, le mandas un paquete a tu primo por mensajero. El que paga eres tú, eres el cliente, y tu primo tan solo recibe el servicio, es el usuario.
El cliente como paga suele tener razón. No puede pedir flores en una ferretería pero si quiere una broca de metal para taladrar una estantería de madera allá él. Pero el usuario no paga y por tanto no manda, se tiene que avenir a las normas del servicio y a las condiciones contratadas por el cliente.
El problema es que en muchas empresas los trabajadores no distinguen y se empeñan en tratar a los usuarios como clientes rompiendo el contrato con el cliente real y ejerciendo un engaño que no beneficia a nadie. Y es importante que estas empresas detecten estos comportamientos y los corrijan, que las costumbres se tornan harto pesadas en el empeño de convertirse en leyes no escritas.
1 comentario:
Que prepares la vaselina,no tienes otra.
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