17 agosto 2006

1984

Cuando uno lee Barrapunto es rara la semana que no se lee algo sobre 1984. La novela de George Orwell siempre se blande como un manifiesto contra las políticas de control del ciudadano. La novela nos sitúa en un año 1984 en el que el gobierno controla todos los movimientos de sus ciudadanos desde que nacen hasta que mueren. Telepantallas, micrófonos y espías en todas partes hacen la parte de control del trabajo. El gobierno hace el resto haciendo desaparecer a los que delinquen, manteniendo una política de falseado de información que los hace quedar siempre bien y promoviendo la desconfianza y la necesidad de denunciar a cualquiera, familia incluida, ante cualquier comportamiento que se salga de lo aceptable.

En este mundo opresivo, aburrido y gris, Wiston Smith tiene más pensamientos independientes de los deseados por su gobierno y se embarca en la búsqueda de un poco de felicidad y del grupo terrorista que trata de derrocar al gobierno, la Hermandad. Pese a que sabe que no puede durar y que lo más posible es que acabe siendo vaporizado (te hacen desaparecer y todo aquello relacionado contigo, como si nunca hubieses existido) correrá los riesgos necesarios para saber si todo lo que cuenta el gobierno es verdad o si otro mundo es posible.

La verdad es que esperaba otra cosa. Lo principal es decir que la novela no tiene ritmo, se mueve muy despacio para contar muy poca cosa. No hay un clímax, ni un interés por parte del lector por seguir leyendo. Se me ha hecho muy cuesta arriba. Y no me gustaría cerrar esta entrada sin quejarme. Me habían vendido el libro como una crítica a los gobiernos actuales, el exagerado control que se quiere tener sobre el individuo (sabiendo donde llama, a quién escribe, que lee, donde está, etc...) pero mucho me temo que se queda en una sosa crítica a los gobiernos de izquierdas, al comunismo que, en la época en la que la novela fue escrita, estaba gobernado por seres rojos con cuernos, rabo y tridente. No puedo decir que la recomiende.

Leído gracias al préstamo de la Biblioteca Regional.

6 comentarios:

Sr_Skyzos dijo...

Supongo que habrá que leer el libro en relación al contexto en el que se escribió. Yo me leí "Rebelión en la granja" y me pareció hasta una crítica amable, y seguro que en su momento fue bastante polémico.

Por cierto, nunca te fíes de las recomendaciones. Te recuerdo la mía de "En la ciudad" y las dos horas de tu vida que perdiste.

josuered dijo...

Creo que me recomendaste que no la viera. De hecho no la he visto, lo que yo he sufrido ha sido "Memorias de África". Pero esa que dices está en casa, cortesía de mi hermano, lo mismo le echo un ojo.

Y no me esperaba que el libro fuera bueno, me esperaba una crítica a la forma de gobernar actual, no una crítica al comunismo y al socialismo tan exagerada. Me apuesto algo a que el libro estuvo prohibido en toda la Europa del este un montón de años.

josuered dijo...

¡Corcho! sí que la he visto sí, mi cerebro la había relegado a las zonas no visitadas :D entonces hay una que o Meg o tú decís que esta bien y que no he visto. Podemos quedar un día, recomendar una película cada uno y luego verla, claro.

Sr_Skyzos dijo...

A mí me parece más divertido recomendar una peli y no verla, así tenemos coña para un rato. Supongo que Meg, conociéndola, te recomendaría "Una habitación con vistas".

Prometeo dijo...

De hecho, traté de arrancar con 1984 en inglés. Pero entre la lentitud de la novela y los rollos del Newspeek y el Oldspeek que se convertían en un trabalenguas, me rendí. Quizá deba intentarlo de nuevo.

Lo que hablaba hace no muicho con un librero en Zaragoza es que hay que perder el miedo a criticar/mostrar tu desagrado por determinado libros "intocables". Pondré otro ejemplo, siempre bajo mi punto de vista: "La Montaña Mágica" (Thomas Mann), novela que se supone es obra cumbre de la literatura moderna. Pues ni con 200 trayectos en tren podía avanzarla.

Sr_Skyzos dijo...

Eso Prometeo, derribar mitos y criticar con razonamientos. No hay nada sagrado e intocable si tienes argumentos que se sostengan.

No es mi caso, pero todo el mundo que se ha leído el "Ulises" de Joyce dice que ha sido una pérdida inutil de tiempo. Y ese es otro de los libros sagrados del siglo pasado.