14 agosto 2006

Pequeños proyectos

La empresa donde trabajo tiene prácticamente un ordenador en cada despacho, en muchos centros hay un ordenador por empleado. Los ordenadores por lo general llevan Windows XP y el paquete Office 2003 (menos Access) entre otras cosas. Y siempre me llama la atención la manía de hacer todos los cálculos con calculadoras ya viejas, del tipo que lleva un rodillo de papel para seguir las operaciones y dar los resultados. Dado que las operaciones son siempre las mismas tan sólo varían los números y ahí es donde puede uno usar Excel para tener una hoja de cálculo a la que le des las cifras y ella sola te haga los cálculos y los agrupe como quieras.

Donde estoy actualmente tengo tres entradas de dinero y los tengo que agrupar en dos salidas. El método clásico es liarse con la calculadora a hacer números, sumas, multiplicaciones y restas. Yo he creado una simple hoja de Excel a la que le doy las cifras y me devuelve las cantidades separadas en los dos grupos que me interesan. Una de las cosas que más me llama la atención cuando llego a un lugar como el que estoy ahora es la afición de la gente por contar el dinero de la caja, multiplicar cada moneda por su valor y luego sumarlo todo, en lugar de tener una tabla que lo haga todo automáticamente y tan solo sea necesario contar. Yo prefiero contar que tener que contar, multiplicar y sumar, es más fácil.

Este gusto por el Excel me ha valido unos pocos elogios y un montón de trabajo. Basta que alguien vea una cosa hecha para que te pida otra más difícil. Y si soy sincero yo con el Excel apenas se sumar, multiplicar y dividir. El martes me pidieron algo que iba un poco más allá. La idea es tener una tabla a la que se le introducen unos datos y ella sola los imprime en las casillas correcta en un formulario estándar. No os voy a aburrir con los detalles técnicos porque fue realmente fácil, tan solo encontré dos dificultades:
  • Poner tres botones en la hoja del Excel para imprimir los datos en tres tipos de formularios distintos. Por el método clásico de robar reutilizar código ajeno encontré la manera (una línea de código).
  • Imprimir un código de barras que fuese legible por un lector de códigos de barras. Aquí la pega está en que hay que utilizar una función que también reutilicé de otro proyecto (este proyecto a su vez utilizaba código reutilizado de alguien).
En ambos casos utilicé dos proyectos que circulan por la empresa. El primero hacía lo que yo quería pero utilizaba 20 líneas de código cuando tan solo necesitaba una y el segundo estaba usando un sistema de funciones que habían copiado a peso en lugar de escoger solo la que necesitaban. Ahora que he terminado lo que me pidieron, me pedirán algo más difícil. Y no me quejo, me gusta hacer cosas que hagan la vida más fácil. Pero me molesta que me digan un martes día 8 que algo es para fin de mes y el viernes día 11 me digan que lo necesitan para el sábado.

Menos mal que lo tenía todo adelantado.

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