08 agosto 2006

Los huesos del chamán

Cuando al chamán le duelen los huesos aprovecha para predecir un cambio de tiempo y para tomarse una infusión de opiáceos, si los dioses están tratando de comunicarse la infusión aliviará el dolor de huesos y lo pondrá en contacto con su espíritu totémico, que le servirá de guía para entender el mensaje de los dioses. Resulta que al que le duelen los huesos es a mí, que no tengo opiáceos para tomarme, que no parece que vaya a refrescar precisamente y el mensaje me lo tengo que mascar sin dioses ni espíritu.

Un dolor de articulaciones o de espalda es fácil de interpretar. Si algo tiene el esqueleto es que habla alto y claro. Las articulaciones te dicen tres cosas, que no eres tan joven, que tendrías que haber hecho más deporte y que las malas posturas han comenzado a emitir factura. Eso es fácil. Pero cuando te duele un hueso, no una articulación, el mensaje no esta nada claro, y a mí me duelen huesos, en particular las tibias (o los peronés, que están juntos y no distingo). Lo socorrido es preguntar si me he dado algún golpe y la respuesta es "no, me acordaría", además de que me duelen por el lado de fuera y bastante difícil darse un golpe en los laterales externos de ambas piernas. Quizá he excedido la capacidad de carga del esqueleto y me está mandando señales de alerta o lo mismo es alguna mala postura nueva.

Si, ya sé: «vete al médico». El médico me va a mandar analgésicos y listo. Y no quiero drogas que hagan desaparecer un dolor que me llama la atención sin molestarme, yo lo que quiero es saber qué me pasa. El médico, de momento, descartado.

ACTUALIZACIÓN 21:00 - Esta tarde ha llovido, incluso ha granizado un poco, y yo sin opiáceos. Querido tótem guardián: Protesto. La meteorología es propia de articulaciones, los dolores de huesos deberían pronosticar resultados de lotería por lo menos.

1 comentario:

Prometeo dijo...

Está claro, Josué: eres un chamán del siglo XXI y por tus tibias cabe sospechar que nos va a sobrevenir otro diluvio universal.